martes, 29 de agosto de 2006

Prisionera del deseo

Rendida, colmada ante sus deseos carnales, impregnada en una mezcla de aromas y sudores fantasiosos, envuelta en el espacio que alberga pensamientos un tanto inicuos, donde aquel clima inquietante de su pasión prohibida, de deseos ardientes silenciosos, vibraciones estremecedoras y movimientos fragorosos la dotaban de una plausible e inusual vehemencia fugaz, donde razón y emoción se contradicen, haciéndola caer prisionera del deseo de su cuerpo insaciable, desprovisto de placer al cual se limita. Despierta, pero quiere seguir; besos incontrolables, y abrazos fortuitos la conducen a su destino; su mente se impone a los agobios que su cuerpo evoca, pero continua, qué más da, sólo sueña.

domingo, 27 de agosto de 2006

Noche de agosto


La luna yace suspendida, absorta ante la ciudad. Nadie lo nota.
Camino; mi vida transcurre y ella me acompaña; es testigo de mis desolaciones que el paisaje evoca. No está sola; la acompañan sus amigas resplandecientes.
La ciudad reposa a lo lejos; está muy concetrada en sus actividades como para contemplarla, no sabe de aquello que se pierde.
Mil pensamientos transitan por el espacio de mi mente, creyendo encontrar algún destino seguro, pero se esfuman; la luna lo sabe y se mantiene discreta; presuntuosa de lo que es testigo, de aquello que sólo ella y yo compartimos.
Un secreto me ha revelado, lánguida me comenta que algo la aflije, ahora tenemos algo en común que nos une.
Mi vida avanza, cada vez más la voy perdiendo. Me inserto en la ciudad y voy perdiendo su contacto, cayendo en los ajetreos de la ciudad que minutos antes había contemplado a lo lejos; ahora yo era parte de ella, y la luna, con aquellos secretos revelados me contempla, como una extraña más, indiferente ante la amistad que previamente habíamos establecido.

martes, 22 de agosto de 2006


Se detuvo. Por un momento se dejó llevar por aquella extraña sensación que la hacía salirse de la "normalidad" del resto que la acompañaba.
Ve conversar a su alrededor, lo sabe porque escucha sus voces, pero no oye. Está como noqueada. La gente conversa y conversa y no se escucha; todos quieren opinar y ser escuchados, pues en definitiva quieren suplir su necesidad: comunicar...¿qué es esto que pienso?, decía.
Mira a su alrededor y puede ver la banalidad de las cosas, de la vida, de las personas, [como si ella no lo fuese], pero ella no era así, o no tanto; era diferente al resto, podía notarlo. Eso pensaba, y nadie lo notaba claro, estaban tan concentrados en sí mismos que no había tiempo para ridiculeces, pero ridiculeses para quién?...
Qué hago aquí, se pregunta. No es que no le guste la gente, simplemente sentía que no pertenecía al grupo. Sus ojos observadores le habían enseñado muchas cosas, cosas que sólo ella notaba en momentos como estos.
No era primera vez que le pasaba, ya se había convertido en un pasatiempo. Gestos, posturas y miradas había aprendido a relacionar de acuerdo al contexto; tampoco era experta, solía equivocarse.
De momentos entraba nuevamente en lucidez y se reincorporaba en aquellas banalidades que antes había estado observando y comentando para si. Vuelve a caer, todo pasa como en cámara lenta; fija su mirada en aquellos seres que la rodean y que por un instante le parecen distantes.
¿Extraña?, no. ¿Sabia?, puede ser. Por momentos se sentía abrumada y por otros privilegiada, dichosa de no ser parte de aquellas necedades humanas y triviales que podía ver y escuchar, y que encontraba sin sentido, pero qué podía hacer, sólo observar.

viernes, 18 de agosto de 2006

Esta es una historia escrita por mi amiga y vecina Vale, con quien he compartido lindos y sonrientes momentos, como también fue mi compañera de viaje en todas las mañanas congeladas [y otras no tanto] para irnos al liceo.
Vale:
Es una buena historia. No digas que tus escritos son extraños, la verdad es que me gustó bastante y si son extraños qué, todos somos distintos, subjetivos; asi que te animo a seguir escribiendo, todos tenemos nuestro lado humanista y artístico.
Grax por tu simpatía y amistad...

Sus ojitos se cristalizaron, su pequeña mentecita no le ayudaba a entender lo que pasaba; sea lo que sea es algo asqueroso.
Abre sus ojos, sus manos tiemblan y su suspicaz cabeza vuelve a su lugar. Su alma está destrozada. Cierra los ojos; sabe que no fue su culpa, pero se siente culpable; nuevamente abre sus ojos, la luz del sol molesta, pero eso demuestra que aun sigue viva.
Sus pasos son lentos y su caminar tranquilo. Un paso frente al otro muestra lo lejos que ha podido llegar, su vida es normal. Sólo al cerrar sus ojos puede ver a una pequeña de grandes ojos marrones implorando por ayuda. Abre sus ojos, una puerta vidriada abre paso al almacén.
Cierra los ojos, cristalinas lágrimas escapan de la pequeña. Abre los ojos mecánicamente, sólo fue una fracción de segundo. Arroz, azúcar, café, ve a la pequeña sollozar en un rincón; jugo, pan, mermelada, no soporta verla así; yogurt, mantequilla, leche, sólo queda ignorarla…de nuevo. Un chico de sonrisa encantadora le guiña un ojo, ella sonríe.
La llave se abre paso a través de la cerradura apresuradamente. Las bolsas son dejadas sin delicadeza sobre el piso. Se aprecia una mujer de grandes ojos marrones llorar en un rincón, cada lágrima recorre un camino conocido, nada nuevo. Sus manos tiemblan, nadie sabe, es un secreto.
Se lava el rostro, tiene los ojos hinchados, nada que algo de maquillaje no pueda arreglar. Saldrá con sus amigas a bailar, realmente no tiene ganas, pero sus amigas son muy persistentes, algo de base, rouge. Nadie lo sabrá.

viernes, 11 de agosto de 2006

Deseos de mujer: más allá que un simple sueño [historia de amor]

Mustia; cansada de soñar fantasías, de aquellas que de sólo pensarlas encienden una chispa, cargadas de amor, ilusión, pasión y desenfreno.
Fue feliz, feliz mientras albergó aquellas ilusiones que de tanto pensarlas la sacaron de quicio.
¡Cuánta pasión había en sus ojos!, aquel desasosiego que la inundaba no la dejaba concentrarse en nada más que no fuera su amor, amor que de posible poco tenía, pero que en su imaginación vivía y revivía las historias más románticas y apasionadas que dos seres podían experimentar; era su mente, el lugar donde atesoraba aquellos besos que nunca había dado, los abrazos que tanto anhelaba estrechar y aquellas caricias que esperaba dar y recibir de su amor lejano.
Se deseaban, se deseaban tanto el uno al otro como niño ansioso que espera su regalo de cumpleaños, mas apagaban su pasión depositándola en otro, creyendo que de esta forma saciarían sus deseos, pero fracasaban; fracasaban y lo sabían; sabían que tarde o temprano iban a estar juntos, aun cuando la duda les asaltaba en medio de las noches y el transcurrir de los años decían lo contrario.
Se amaban, aun sin conocerse, tanto así que no podían disimularlo; el hecho de escuchar sus voces despertaba en ambos una danza interna, produciendo un cosquilleo placentero, de esos que surgen en momento de conquista; su amor traspasaba todas las barreras físicas que los separaban y qué hasta ese entonces podían imaginarse.
Palabras irónicas, y un tanto indiferentes, intentaban disimular el ardiente deseo de sus corazones, y más que de sus corazones, de sus mentes; el deseo de verse, tocarse y sentirse, los hacía caer sumisos a la espera, llegando incluso a fornicar con la propia soledad.
Aquella niña, que había conocido años atrás, se había transformado en una mujer, una mujer que aprendió a soportar todo cuanto le vino con tal de esperarlo, y cómo no, si era el amor de su vida.
Por años atesoró este sentimiendo, quizás sufrió más que él, tal vez era sólo un capricho, pero algo en su corazón le hacía no darse por vencido; el anhelo de su corazón la hacía soñar, creer que algún día podría ocurrir un milagro, y que aquel encuentro que tanto añoró se concrete, y se concrete de tal forma que sea mejor que en sus mismos sueños. ¿Cómo hacer que aquella situación se revierta y no fuese tan sólo un sueño, una ilusión?...
Aún espera, tal vez ya no con las mismas ganas de antes, pero no pierde las esperanzas; espera creyendo que aquel hombre, que un día despertó en ella las ilusiones y sentimientos más hermosos que se puedan vivir en aquella edad, precoz aún, con sus pechos juveniles y su piel aún con olor a muñeca, se transforme en algo más, en algo más que un simple sueño.

lunes, 7 de agosto de 2006

Hombres v/s Mujeres


Nos exigen belleza; luego nos reclaman que somos muy vanidosas y que nos demoramos mucho en arreglarnos, pero se les caen los ojos cuando nos ven...

Se dice que las mujeres somos el sexo débil, pero también se dice que podemos hacer más cosas simultáneamente que los hombres. Nosotras reclamamos que a los hombres les interesa solamente [o mayoritariamente el sexo], pero sin embargo no podemos dejar de pensar en ellos.
Hay un libro que dice que los hombres son de marte y las mujeres de venus, y aun otros que intentan explicar de algún modo nuestras diferencias. Diferencias las hay, estamos conciente de ellas; las hay físicas, genéticas y psicológicas; Dios nos hizo diferentes y por más que discutamos sobre un asunto no llegaremos a ningún conscenso si no conocemos bien nuestras diferencias y si no sabemos como reaccionamos de acuerdo a nuestro género.
Decimos entendernos de cierto modo, pero cuando llega la hora de demostrarlo poco hacemos para ponernos en el lugar del otro; creemos tener siempre la razón [hombres y mujeres], pero no siempre es así; entonces...¿quién nos entiende?...
No se trata de feminismos o machismos; no es una competencia; no se trata de demostrar quién es mejor o peor porque no va al caso; se trata de que somos diferentes y punto; ambos tenemos defectos y virtudes y por ende no podemos pedir perfección porque nunca la vamos a encontrar. No podemos pasarnos toda una vida discutiendo y reclamándonos por algo que nos viene dado por la madre naturaleza; simplemente somos así, y a pesar de nuestras diferencias no podemos vivir el uno sin el otro; somos un complemento, eso quiere decir que a ambos nos faltan cosas y por lo tanto debemos aprender a ser "una naranja entera"; no seríamos las mismas sin ellos y ellos sin nosotras; ahora me pregunto: ¿cuántos matrimonios seguirían juntos si se enseñasen todas estas cosas?, o ¿cuántas peleas nos evitaríamos por tratar de cambiar al otro???...mmm

jueves, 3 de agosto de 2006

Aprendiendo de los niños


¿Quién dijo que sólo los mayores tienen que enseñar a los niños?, ¿Acaso no son muchas veces ellos los que tienen cualidades que enseñarnos o recordarnos?...
Dejando de lado los malos ratos que a veces nos hacen pasar, y concentrándome en los aspectos positivos que podemos obtener de ellos, baso el siguiente escrito.
Mientras observaba un grupo de niños correr y disfrutar de sus juegos, me puse a meditar en aquellas cosas que hacen de ellos, [los niños], un ejemplo para nosotros, y que a varios de uds pregunté también: ¿qué podemos aprender de ellos?. Algunos respondieron la sinceridad, la honestidad con la que por lo general hablan, [mucha de ella debido a la inocencia de su aún no contaminada vida]; Otra cualidad que coincidieron varios fue la solidaridad y la compasión por los demás, al ver por ejemplo que alguien pide limosna, y ellos querer darle a todos, yo era una de esas, jaja, lástima que muchos de ellos son una farsa, engañando de este modo a las personas. También nos han enseñado de manera evidente la confianza del uno al otro, esto se refleja en lo fácil que es convencerlos de algo, pues lo creen altiro; en otras palabras se los puede comprar a la primera; algo habrá querido decir Dios también cuando nos dijo que seamos como niños para pedir; ¿qué sería?, ¿qué será eso que los hace ser especiales???... La fe tal vez, o quizás la imaginación, el ánimo y la dedicación que ponen a sus actividades; en fin, hay muchas otras cualidades que los niños constantemente nos están mostrando y que debiéramos aprender y/o rescatar de ellos.
Me gusta esta imagen, pues de alguna manera refleja una despreocupación total; los niños viven su mundo, el mundo del juego, y mientras más grande uno es, más se va complicando la vida, pero me gozo al ver como disfrutan de esa etapa de su vida, lástima que van a crecer jajajja.
Yap eso sería, comenten!!!