sábado, 30 de septiembre de 2006

Sustento del cielo


¿Por qué estás lejos, oh Jehová y te escondes en el tiempo de la tribulación?. ¿Hasta cuándo Jehová me olvidarás para siempre y esconderás tu rostro de mi?...
Cuántas veces he escuchado a gente decir que no tiene quien los escuche, que se sienten solos y sin apoyo, que se quejan de su vida sin sentido y triste. Si uno observa las historias de la Biblia se encuentra con muchas personas que pensaron igual, que sintieron que Dios los abandonó, sobre todo cuando más lo necesitaron, puesto que no lo sintieron o no vieron una respuesta inmediata a sus problemas.
Hay promesas que tratan sobre la omnipresencia de Dios y su sustento, y que somos nosotros quienes tenemos que buscarlo. ¿Cuánto hay de cierto en esto?. Podemos seguir observando en la Biblia y ver que aquellas personas que en determinado momento se sintieron abandonadas por Dios y sus amigos, al clamar y buscar la presencia de Dios la encontraron, tal como dice su palabra en Jeremías 33:3 "Clama a mi y yo te responderé" o "El que busca haya, el que pide recibirá y al que toca se le abrirá".
Este mensaje es para todas aquellas personas que en algún momento de sus vidas se han sentido solas, desfallecidas, sin ánimo de andar y continuar, y no han visto cumplida esa promesa de Dios respecto al sustento divino, a todas ellas les quiero decir que no siempre lo que parece ser, lo es, que ese silencio que a veces frecuentamos sentir no es más que el amor de Dios obrando en nuestras vidas, con propósitos tan grandes y altos para nuestra capacidad humana que no podemos verlos, sentirlos y por ende entenderlos. ¿Quién dijo que Dios no se inmuta ante nuestro dolor?, ¿qué padre no siente dolor al ver su hijo sufrir y verlo sumergido en tal angustia como para llegar compararlo con un pozo cenajoso? Ninguno, con mayor razón Dios, nuestro padre celestial tiene que aguantar como aquel padre que lleva a su hijo enfermo al médico y tiene que verlo sufrir por el dolor de la aguja, pero que sabe lo hará mejorar; así mismo Dios, permite que nos duela por un momento para luego mejorarnos y entregarnos algo mejor, es él quien nos dá vida y nos levanta de los abismos de la tierra, poniéndonos un cántico nuevo en nuestros labios luego de la tribulación y/o pozo de angustia y desesperación.
¿Por qué te abates oh alma mia y te turbas dentro de mi? Espera en Dios, porque aún he de alabarle". "Si no me ayudara Jehová pronto moriría mi alma en el silencio. Cuando yo decía: mi pie resbala, tu misericordia oh Jehová, me sustentaba"."Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos"
Ya saben, sólo depende de uds buscarle y esperar en él. Lean Salmos y aliméntense de aquellas palabras y testimonios que los ayudará tanto como lo hicieron y siguen haciendo conmigo y muchas otras personas.
Bendiciones

viernes, 22 de septiembre de 2006

La Receta


Hay días y días:
Hay días en que uno piensa que la vida es injusta, y tal vez lo sea.
Días en que no se quiere nada con el mundo, con suerte con uno mismo.
Días en que todo parece salir mal...
Días en que el corazón no da más de dolor,
Días grises, y esto no tiene ninguna ciencia.
Todos hemos vivido esos días.
Ayer fue uno de esos días para mi.
Día lluvioso, donde el cielo turbio, acompañaba mis más íntimos dolores,
y en un intento de estrechar lazos, lloraba conmigo;
cómo sobrellevar este dolor en que mi alma está envuelta;
cómo decirle a mi corazón que siga su curso normal,
donde el carpintero del reloj no se precipite con el vaivén de mis dudas...
Mis pensamientos se ejercitan por los surcos de mi mente,
queriendo encontrar una salida que no existe más que en mi ideal...
Unos ojos me recorren penetrando hasta lo más profundo de mi ser,
no pudo huir de ellos; tampoco quiero hacerlo,
tan sólo quiero encontrar la cura para este veneno que no me deja seguir,
que me tortura por el día y en mis noches no me deja dormir.
60 son los gramos que multiplicado por 24 hacen pesar mi alma.
Acepto la receta que aquellos ojos implícitamente me ofrecían,
y aquí me encuentro, en el proceso de recuperación.

domingo, 17 de septiembre de 2006

Ritmos Corporales


Se enderezó de su asiento. Una leve mirada se cruzó con la del hombre misterioso que la acompañaba. Sintió una punzada en el corazón, un temblor la recorrió por dentro, haciendo latir su corazón de forma intensa y sudar de nerviosismo.

A partir de ese momento el ambiente se tornó inquietante. Se vuelven a encontrar en otra mirada que esta vez tarda más en desviarse; luego otra vez, esta última conlleva una sonrisa, un tanto nerviosa por parte de ella, él lo infiere pero intenta mostrarse indiferente, mas su agitada respiración lo delata.
Intercambiaron un par de palabras. Sus cuerpos habían adquirido una sincronía rítmica; ambos se movían a nivel de frase, palabra y hasta de sílaba, en una danza densa e intrincada parecida al galanteo de algunas aves. El tono de sus voces, la entonación de sus miradas y la configuración de sus gestos comprobaban el ajuste rítmico de sus cuerpos. Una mímica inconsciente los unía cada vez más; intercambian palabras no emitidas, sonríen al unísono.

lunes, 11 de septiembre de 2006

Pugna


Envuelto en un círculo vicioso de inmaterialidad, turbio, de humos dispersos, incienso, azufre y sangre. Un ambiente profano y santo lo hacen caer en pugna entre dos mundos, que de vez en cuando impera uno por sobre el otro.
Agotado se deja estar, pero debe seguir, pues no es algo que quiera, sino que debe.
Tiene que elegir, pero vuelve a caer en el círculo vicioso que lo llevó hasta aquel lugar, de deseos prohibidos, entre razón y emoción...
Cómo poder lograr ambas cosas, cómo salir de ese ambiente que a ratos parece volverse más oscuro y turbio de lo que era.
Voces por doquier, campanas, risas, llanto, colores, fuego; no desea estar ahí. Atrapado entre ese inusitado mundo pide ayuda; sabe lo que debe hacer, pero continua pues no se puede salir tan fácilmente; intenta buscar otra salida, creyendo de este modo engañar a alguien, pero al único que engaña es a sí mismo...
Manos juntas, clavos y una cruz lo invitan a salir de aquellas embestidas y malogrado ambiente, pero la contienda continúa, esperando que el tiempo decida lo que no quiere decidir, dejando que las cosas sigan su curso natural, pero sabiendo que, en el fondo de todo, tendrá que hacerlo igual.

sábado, 9 de septiembre de 2006

Extraño mundo


Sintiose mal; no había razón alguna para estarlo. Miraba a su alrededor, todo le era monótono; algo le hacía falta, se sentía distraído. Aquel hombre de armadura había perdido su fortaleza; se sentía desnudo, y lo estaba. Por muchos años había cargado el peso de las latas oxidadas ya por la espera. Quería correr, era libre; podía ir tras aquellas praderas que a lo lejos divisaba, mas permanecía inmóvil; el silencio le provocaba un cierto aire de desasosiego confundiéndolo aún más; luego vuelve en sí para darse cuenta que está encadenado; todo su cuerpo rodeado de ataduras lo hacen sentir aun más fuerte, devolviéndole la vitalidad perdida. Tras un gesto logra romper con ellas y entregarse al mundo que ansiosamente lo esperaba con los brazos abiertos, estrechándole un aire de libertad y mezcla de aromas campestres y urbanos.
No sabía quién era ni qué hacía ahí; el vacío de su mente no fue suficiente para emprender otro viaje hacia su interior. Ahora se observa y tiene frente a sí estructuras de metal y piedra molida, laberintos de calles le rodean; nuevamente siente deseos de correr, esta vez nada le impide pero no lo hace. Solitario en aquel lugar yace su cuerpo erguido, frente a este extraño paraje incoloro, y ahí permanece, sin saber qué hacer...

domingo, 3 de septiembre de 2006

Fragancias y recuerdos

¿Qué tiene en común una flor y un perfume?. ..Qué hace que un perfume o ciertas fragancias nos gusten más que otras? no sé, la verdad es que no quiero hacer una charla sobre procesos biológicos para explicar cómo y por qué preferimos ciertos olores que otros, lo que yo quiero escribir hoy tiene que ver con los olores en sí.
¿Se han percatado de todo lo que puede producir un olor? Quizás cause risa, ¿para qué dedicar un escrito a los olores?; pero es que hay ciertos olores que, aunque no nos demos cuenta, muchas veces nos quedan marcados en el inconciente, sean de perfumes u ambientales, hay ciertos olores que a veces sentimos y por alguna extraña razón nos hacen suspirar y remontarnos años atrás, quién sabe dónde pero algo nos produce, o quizás sí, quizás al sentir ese olor estemos conscientes de lo que nos trae a la memoria y nos haga recordar momentos tristes, o tal vez los más felices de nuestras vidas, y no sólo vivencias, sino a personas mismas; el perfume de alguien o un olor característico suyo, puede producirnos el mismo efecto.
El otro día, luego de subir a una micro pude experimentar aquella sensación que me provocó extrañeza...¿qué era ese olor?, ¿qué recuerdos me traía?, ¿a qué época?..., después de unos minutos pude llegar al destino; sí, era de la infancia, y más específicamente del jardín infantil, aquel olor, que para otros tal vez pasó inadvertido, o que al igual que a mi los remontó hacia algún momento en particular me hizo pensar en esto, en el efecto o efectos que pueden producir ciertos olores en nuestras vidas. Las ferohormonas por ejemplo, y que nosotros a simple vista no sentimos, son las responsables de que nos fijemos en ciertas personas y que se produzca esa química que con otras personas no sentimos...En fin, un olor que para mi puede ser totalmente fuera de gusto, puede que para otro sea el mejor aroma, o dejando de lado si es bueno o malo, existen ciertas fragancias que nos hacen vivir entre recuerdos o que a futuro los producirán.
Fin