martes, 19 de diciembre de 2006

Crónica de una despedida


-Adiós-
una última mirada y sigue su camino
no se aleja metros y ya siente que lo extraña
quiere correr y volverse, mas sigue su camino,
cada paso que da es una piedra en contra que le pesa al caminar,
un puñal en su alma que le impide respirar;
el saber que ya no está y que kilómetros los separan
es la idea que la agobia a cada minuto que sigue
y no hay unión que por mucha desesperación pueda concretarse,
por lo que la soledad y la paciencia vienen a ser sus compañeras del día, llenando ese vacío que queda con actividades que simula disfrutar;
pero nada es lo mismo sin su calor y el aroma de su amor...
Y ya no está,
y no hay vuelta atrás
y como una alarma viene a atormentar las horas de sueño
y como lanza viene a hincar lo que queda de su roto corazón

Su corazón gime y llora en su ausencia,
pero nada hay que pueda hacerse, tan sólo esperar, esperar, esperar...
[Dedicado a la persona que me robó el corazón, dedicado a ti mi amor, desde la distancia]...
Te amo y te extraño mucho

lunes, 11 de diciembre de 2006

Desazón

Aire de atisbo y premisas negativas
esperando lo que se venía pero manteniendo la esperanza
cae abatido lo que pudo ser la albricia de celebración
y como una tiniebla viene a opacar
abyecta la alocución pronunciada por el progenitor
donde un silencio recorre el ambiente circundante
e inunda obnibulando el ambiente fraterno que inicialmente selló el estirpe
y luego, arrepentido él, viene a dirimir
y testarudo accede cabizbajo amollando inerme
y herido el corazón de ella
gime, pidiendo ayuda ante esta situación
que de amor y orgullo nacen
y perdón y alegría mueren

domingo, 3 de diciembre de 2006

Embriaguez


Del hábito que tengo yo para escribir hoy me ha surgido literatura nuevamente.
Sumido en un estado de euforia armónica
energías y ambientes utópicos rodean el historial de mi vida.
Veníanse a mi encuentro hadas madrinas, con fórmulas extrañas de alas y flechas que, impactando en mi,
proyectaban su poción mágica de alas y nubes terrestres;
palomas me acompañan y se anidan dentro de mi, y un rayo de luz iluminando un aura de sangre y gracia me sostiene.
Los componentes recorren ahora mis venas, contagiando mis células y narcotizándolas de alborozo;
mi cuerpo sufre ahora los efectos de tal embeleso,
convulsiones de grima vienen a robar el aplomo que mi personaje principal redacta;
este letargo que me anega, es el dialecto que el autor ha escogido para mi historia.